¡Cierran a la mal llamada Fundación Nacional por la Democracia!

7-25-08, 10:09 am



¿Alguna vez has oído mencionar a la Fundación Nacional por la Democracia (Nacional Endowment for Democracy, o NED, por sus siglas en inglés)? Muy poca gente la conoce. Sin embargo, la NED recibe fondos del erario público y lleva acabo una política externa sin ningún grado de transparencia ni control público. En realidad, lo que hace este organismo más que nada es minar a la democracia.

La NED…

1. Gastó más de $20 por votante en Nicaragua en 1990; ¡más que lo que gastaron por votante los dos candidatos juntos en las elecciones presidenciales norteamericanas de 1988! 2. Financiaba y arreglaba reuniones entre organizaciones involucradas en los intentos por derrocar al gobierno elegido de Venezuela en 2002. 3. Subvenciona a partidos ultraderechistas de Europa oriental y hasta trabaja con ex colaboradores Nazis convictos como es Lazslo Pasztor de la Fundación “Congreso Libre” de la NED. 4. Creaba, financiaba y entrenaba a la mayor parte de los grupos involucrados en el derrocamiento del gobierno elegido de Haití en 2004 por medio de su instituto central, el Instituto Internacional Republicano, presidido por John McCain. Provocó esto en Haití el año más sangriento de toda su historia moderna. 5. Gasta casi la mitad de su presupuesto en respaldo a la ocupación de Irak.

Aquí en EEUU nos importan los derechos democráticos. Hicimos una revolución contra el colonialismo, y tuvimos una guerra civil contra la esclavitud. En el siglo XX luchábamos por el sufragio femenino y por los derechos civiles para asegurarles el derecho a votar a gente de todas las etnias. Sufrimos unos duros golpes en 2000 cuando nos encontrábamos con un presidente que había perdido en realidad la votación popular, y que luego nos metió a una guerra muy a nuestro pesar. ¡Pero todavía estamos, todavía luchamos por una democracia verdadera!

Nos importa la democracia, tanto aquí que en otras partes. Desgraciadamente, la máquina política-corporativa-militar hace un máximo esfuerzo por mantenernos ignorantes sobre los esfuerzos norteamericanos por minar a elecciones en otros países. Buscan esos esfuerzos asegurar que adopten otros gobiernos políticas que les ofrezcan a las grandes corporaciones fácil acceso a recursos naturales, mano de obra barata, y mercados nuevos, todo reforzado por el poderío militar norteamericano. Michael Plattner, un vicepresidente de la NED lo explica así: “La democracia liberal favorece muy claramente a los arreglos económicos que promuevan a la globalización… El orden internacional que hace mantener a la globalización tiene como fundamento la predominancia militar norteamericana”.

Aunque sea la NED solamente una pequeña parte del tal llamado esfuerzo norteamericano para “promover a la democracia,” su influencia va mucho más allá de su presupuesto anual.

La NED es:

1. Anticonstitucional, porque establece un precedente peligroso de privatizar a las relaciones extranjeras norteamericanas. La Constitución dice bien claro que las relaciones exteriores se llevan acabo de parte del pueblo norteamericano por los ramos ejecutivo y legislativo. 2. Una “caja negra” de injerencia antidemocrática que viola a la confianza pública: Debido a su financiamiento público y su carácter “privado,” la NED no tiene ni transparencia ni control significativo. La realidad es que los institutos centrales de la NED también reciben fondos de USAID y del Departamento de Estado norteamericano. Financiado por medio de esos organismos y luego subcontratado aún más, hasta fondos que no provienen de la NED pueden ser lavados hasta que resulta casi imposible trazar sus huellas. 3. Una red mediática militar, política, clandestina y corporativa sirviendo a los intereses corporativos para obstruir al libre movimiento de información. Las mesas directivas de la NED y de sus organizaciones centrales están repletas de publicistas de compañías de relaciones públicas, grandes agencias de publicidad, directivas corporativas, asesores y analistas políticos y ex militares y agentes de la CIA. Vin Weber, Presidente de la Mesa Directiva de la NED, trabaja con una empresa de relaciones públicas que forma parte del grupo Omnicom, tercera agencia de publicidad más grande del mundo. El Centro Internacional de Libre Empresa, instituto central de la NED, incluye a un ejecutivo de Google y a un contratista principal de Google. El Instituto Internacional Republicano, otro instituto central de la NED, incluye a un ex Asesor Principal a la CIA y a varios representantes del complejo industrio-militar.

Estos son apenas algunos ejemplos. La NED tiene capacidad para coordinar campañas de desinformación y de reunir una diversa coalición con fines de manipular a elecciones extranjeras. Y si fracasa eso, la NED ofrece a esa coalición la posibilidad de derrocar a gobiernos elegidos así como pasó en Haití e así como se está tratando de hacer en Venezuela.

La única y sola misión de la NED es la de “arreglar” elecciones en otros países, y casi todos los que vivimos en EEUU estamos de acuerdo de que eso no es justo. La USAID también construye escuelas y caminos, y tiene otros proyectos que son obligación de los países ricos a los países pobres, ya que nuestras riquezas provienen en primer lugar de ellos. Pero muy al contrario, la misión de la NED se limita a la manipulación a las instituciones y a los procesos democráticos de otros países.

En el campo de juego de la democracia, dos formas distintas se enfrentan cara a cara: el neoliberalismo y la democracia participativa. Favorece la NED al neoliberalismo. Se refieren sus proponentes, entre ellos a Plattner, a la “democracia liberal,” pero esa es otra cosa muy distinta. La democracia liberal es la filosofía fundadora de EEUU. Tiene sus problemas, pero resulta más democrática que su permutación neoliberal. Todavía tiene uno que luchar bien duro para lograr el derecho al voto, sea por medio de rebelión anticolonial, guerra civil, o movimientos sufragistas o por los derechos civiles. Pero una vez alcanzado ese derecho no muy asegurado a votar, las elecciones se deciden más o menos bajo las líneas de “una persona, un voto,” y “decisión mayoritaria”. Otra meta de la verdadera democracia liberal es la de la protección a los derechos minoritarios. Pero la única minoría que se protege bajo la democracia neoliberal es la de los derechos de las grandes corporaciones.

La democracia neoliberal ha cambiado el grito de “una persona, un voto” por “un dólar, un voto”. Por ejemplo, en Irak EEUU busca la aprobación de leyes petroleras que son rechazadas por dos tercios de la población Iraquí. Si estas se aprueban, se regalarán más ganancias a las grandes compañías petroleras que nunca en la historia del Oriente Medio. El gobierno de ocupación prohibió también por ley la sindicalización de los sectores petroleros y públicos.

En contraste, la democracia participativa fortalece a las estructuras comunitarias y a las empresas cooperativas. Cuando pienso en la democracia participativa, pienso en Susana y César Achique, de Tacariagua de la Laguna, en Venezuela. Susana Achique es la presidenta elegida del Grupo “Turismo y Aventura Dios y Yo,” cooperativa local fundado a base de un crédito gubernamental de poco menos de US$140.000. Con esa cantidad de dinero compraron y arreglaron tres lanchas motorizadas, una oficina, y un muelle de lanchas, e hicieron establecer una cooperativa que les lleva a turistas a viajes ecológicas y de pesca.

César, nuestro chofer y guía de turismo en nuestra lancha, fue entusiasmado contándonos como fue que sufrió daño su laguna con la sobreexplotación pesquera de los barcos de pesca comerciales, agotándose tanto la pesca que las aves que dependen de los peces para su alimentación. Estaban muy escasos los trabajos; la industria pesquera comercial había traído poco beneficio al pueblito. Radiaban los ojos de César una confianza orgullosa mientras nos contaba el regreso de peces y aves luego de la reforma venezolana a las leyes de pesca para prohibirles a los barcos comerciales la entrada a las zonas ecológicas delicadas. Como si fuera para subrayar sus palabras, al puesto del sol empezaron miles de aves su regreso diario a los manglares a nuestro rededor.

En tierra firme, Susana nos explicó cómo es que los integrantes manejan democráticamente a la cooperativa. Las ganancias de la empresa se utilizan para pagarles a los trabajadores y a beneficio de la comunidad. Esto es algo que oí una y otra vez en Venezuela: que las cooperativas y fábricas bajo propiedad y control de los trabajadores les benefician no solamente a los directamente involucrados, pero más bien, a sus comunidades enteras. Con sus ganancias se mantienen escuelas, clínicas de salud y más. Centros mediáticos, centros de alimentos subsidiados, clínicas de salud y toda una variedad de misiones del gobierno no solo sirven a las comunidades, pero son implementados por los mismos miembros de de esas comunidades.

Aunque esté haciendo Venezuela un esfuerzo masivo para diversificar a su economía, queda dependiente de sus ganancias petroleras que, bajo la democracia participativa, subvencionan a los gastos sociales. Participan los integrantes de las comunidades en las decisiones sobre si deben desarrollarse los recursos petroleros o no, y por primera vez en la historia de Venezuela, las naciones indígenas más afectadas por el desarrollo petrolero toman parte en estas decisiones.

¿Ha beneficiado a Venezuela la democracia participativa? Desde que ganó el pueblo el poder popular en 1998 la taza de pobreza se ha reducido del 54 por ciento al 38.5 por ciento; al 30 por ciento si se incluyen alimentos y cuidado de salud subsidiados; millones han ganado acceso al cuidado de salud gratuito; la mitad de la población está inscrita en la educación pública gratuita, y se han entregado más de 5 millones de acres de tierras baldías a la gente del campo para el desarrollo de la agricultura. La economía ha crecido sin interrupción desde el fracaso de los intentos, financiados por la NED, por derrocar al gobierno en 2002.

La Alianza por la Justicia Global ha comenzado un proyecto denominado Campaña de Respeto a la Democracia, y una de nuestras metas es el cierre de la NED. Esta campaña ha sido respaldado por muchos grupos e individuos, entre ellos Howard Zinn, autor de “Una Historia Popular de EEUU,” Eva Golinger, autor del “Código Chávez,” y de “Bush vs. Chávez,” el reverendo John Fife, cofundador del Movimiento de Santuario y ex Moderador de la Iglesia Presbiteriana EEUU, por la Red de Solidaridad con Venezuela, la Campaña pro Derechos Laborales, el Comité de Solidaridad Trabajador a Trabajador, y la Red Nicaragua.













Por supuesto, un fin a la manipulación a la democracia, y la construcción de la democracia participativa ¡dependen de la lucha participativa! En otras palabras, lo que hace falta para esta campana, ¡eres tú!

El neoliberalismo político y económico pone en juego el futuro del mundo. Tenemos que escoger entre el globalismo corporativo y poder del elite, o la autonomía comunitaria y el poder popular.

¿Cuál de estos será TU futuro?

Para más información [en inglés]: www.respect4democracy.org Correo electrónico: Teléfono 202-544-9355. Transducción por Owen Williamson.